10% OFF Pagos en Efectivo.

 

Numerosos artículos relativos a la crisis sanitaria en EEUU están siendo publicados en todos los países, y la línea de la gran mayoría de ellos es demonizar al vapeo y sembrar el pánico en la población. Declaraciones seleccionadas y articuladas a conveniencia introducen la semilla de la duda y la desconfianza en una sociedad desinformada, generan miedo y manipulan la opinión pública para contribuir a la demonización de una herramienta de reducción de daños que está salvando vidas. Tanto la prensa como las sociedades y autoridades relacionadas con la salud pública tienen un rol muy activo en esta maquinaria genocida que, como ya se vivió en 2014 en España con el caso de la falsa neumonía lipoidea, tendrá como resultado la estigmatización del vapeo, la perpetuación del hábito en fumadores que podrían haberlo considerado como una alternativa y la vuelta al tabaco de muchos ex-fumadores que ya habían encontrado una herramienta capaz de alejarles del mortal hábito de fumar. En definitiva, costarán vidas.

Hemos estado siguiendo los recientes desarrollos y anuncios en los EEUU sobre los serios y agudos casos de fallo respiratorio, los cuales han sido presentados como “relacionados con el vapeo”. No sería una hipérbole caracterizar las reacciones, anuncios y declaraciones de algunas autoridades, reguladores y científicos como histéricas. No hay duda de que son emocionales, imprecisas y sin ninguna base científica ni epidemiológica. Casi todas las declaraciones, sean de organizaciones de la salud o de autoridades sanitarias locales, se refieren a los casos como “relacionados con el vapeo”. En ninguna declaración hacen mención en el título de que muchos casos han sido confirmados (y otros están simplemente sin confirmar aún) como casos relacionados con el uso de cannabis (y/o THC) inhalado a través de un dispositivo con batería-y-resistencia (p.e. un dispositivo como el cigarrillo electrónico). En ninguna declaración mencionan que los casos están, de hecho, relacionados con el THC/Cannabis y no con el vapeo. Empecemos por lo básico.

¿Por qué la terminología casos “relacionados con el vapeo” es errónea?

Asumamos que no tenemos información sobre el uso de cannabis y/o THC (legal o ilegal). Entonces, usemos los principios simples de epidemiología para entender el reciente brote. Los cigarrillos electrónicos han sido populares en los EEUU y globalmente desde 2009-2010. Hay aproximadamente 10 millones de vapers en los EEUU hoy en día, muchos de los cuales han estado usando e-cigs durante años, y muchos más millones en todo el mundo. La edad media de los vapeadores adultos en los EEUU es de aproximadamente 40 años (datos de estudio en las encuestas del NHIS que serán publicados pronto). Hasta este verano, no había reportes de ningún brote de enfermedad (ni en el sistema respiratorio ni en ninguna otra parte), en cualquier grupo de edad, en cualquier parte del mundo. De repente, en un corto periodo de tiempo (unas pocas semanas), en una zona geográfica específica (los e-cigs están disponibles en todo el mundo, no solo en los EEUU) y en un grupo de edad específico (adolescentes o jóvenes adultos) aparecen casos de una severa y aguda disfunción respiratoria que ha resultado en 2 muertes y diversas hospitalizaciones. ¿Qué nos dice eso desde la perspectiva epidemiológica (de nuevo, sin considerar ninguna información sobre el uso de Cannabis/THC)?

Que esos casos no están relacionados con el uso a largo plazo de e-cigs. Las autoridades han clarificado que se trata de casos graves. A pesar de varios medios de comunicación presentando esto como una enfermedad pulmonar misteriosa, es de hecho un envenenamiento de los pulmones que se manifiesta clínicamente como un fallo respiratorio serio (quizá SDRA, quizá alguna clase se inflamación pulmonar severa que lleva al fallo respiratorio).

Que esos casos no están relacionados con los productos del vapeo que han estado disponibles durante años en EEUU y en el mercado global. No tiene absolutamente ningún sentido que los mismos productos que han sido utilizados varios años por millones y que nunca han causado ningún brote de enfermedad las estén causando de forma aguda solamente hoy. Que esos casos no están relaciones con los productos que son generalmente usados por el vapeador medio. La edad media de los vapeadores adultos en los EEUU es diferente de la edad media de adultos que han sufrido esta grave afección. Además, el número de casos es muy bajo considerando los millones de vapeadores que hay en los EEUU y los muchos más millones que hay globalmente.

Que esos casos están relacionados con el reciente lanzamiento de nuevos productos (que no estaban previamente disponibles en el mercado), o con la reciente modificación en la composición de productos previamente disponibles en el mercado, o con un problema reciente en el proceso de fabricación o materias primas de productos que estaban previamente disponibles en el mercado. Esto explica los tiempos del brote. Esos productos podrían contener nicotina o estar libres de nicotina (recordad, asumimos que no hay información sobre THC/Cannabis).

Todas esas conclusiones, derivadas de aplicar los simples principios de la epidemiología, han sido ampliamente ignorados por la mayoría de autoridades, reguladores y científicos. En su lugar, estamos presenciando una persistente y frenética campaña sin precedentes contra el vapeo convencional, la cual de hecho esparce un mensaje claro a los consumidores diciéndoles que es preferible volver al hábito de fumar (o seguir fumando) que usar (o cambiarse) a los cigarrillos electrónicos. La campaña en los medios es tan intensa y tan injustificada epidemiológicamente que excede la definición de sesgo de confirmación. Ahora, consideremos los reportes de que el vapeo de THC/Cannabis está implicado en el brote. Aunque esto ha sido mencionado en varios reportes y declaraciones de autoridades sanitarias, ninguna ha descrito los casos como “relacionados con el THC/Cannabis”. ¿Por qué? Bueno, parece que algunos estados con casos de fallo respiratorio agudo ya han legalizado el THC/Cannabis. De hecho, hay por lo menos un reporte de una muerte relacionada con el uso de productos obtenidos a través de una tienda legal de cannabis. Como todos deberían entender, las autoridades estatales que han legalizado un producto no pueden admitir de repente que estaban equivocados y que su decisión ha causado un brote de enfermedad aguda. Es, de lejos, “más fácil” (y más “conveniente”) culpar al “maligno” e-cig de todo.

¿Pero deberían haber culpado el THC/Cannabis en general por el brote y llamarlo enfermedad “relacionada con el THC/Cannabis”? Probablemenete no. Si el THC/Cannabis no causa un fallo respiratorio agudo cuando se fuma, es muy improbable (si no imposible) que cause enfermedad al vapearlo. El culpable no es el THC/Cannabis per se. Muy probablemente (pero esto no ha sido demostrado todavía), los casos están relacionados con otros compuestos usados en la preparación de líquidos que contienen THC/Cannabis o con contaminantes en esos líquidos. Aunque hay reportes de aceites vegetales usados como solventes (que serían, ciertamente, consistentes con casos de neumonía lipoidea) o un fungicida, no podemos determinar la causa todavía. Sin embargo, si este es el caso, entonces esto mismo puede pasar también con líquidos que contengan nicotina, si alguien es suficientemente ignorante para usar aceites para disolver saborizantes en un líquido con nicotina. Si el caso es sobre el uso de productos ilícitos que contienen sustancias ilegales que fueron obtenidos en el mercado negro, no sería distinto que culpar a las jeringuillas por las muertes causadas por el uso intravenoso de droga; o como culpar al whiskey por las muertes y ceguera causadas por el alcohol ilícito que contenía metanol. Suena estúpido, ¿verdad? Pero todo esto son todavía conjeturas.

En este momento, no hay una causa claramente definida para los casos reportados. En consecuencia, deberíamos focalizarnos en los principios epidemiológicos mencionados arriba, los cuales hacen virtualmente imposible que los productos disponibles y usados por muchos años por millones de consumidores estén ahora causando fallos pulmonares agudos. Aunque entendemos el enfoque cauteloso de la CDC, estamos seguros de que entienden completamente la epidemiología detrás de este brote y deberían haber hecho más para identificar la causa más rápidamente. Otras organizaciones han usado este brote para sostener que nadie debería usar e-cigs, refiriéndose esta sentencia (entre otros) a millones de ex-fumadores que ahora usan cigarrillos electrónicos y a millones de fumadores que no pueden dejar el hábito con otros métodos y hubieran considerado los cigarrillos electrónicos como una opción para dejar de fumar. Un gran servicio a la salud pública.

Ha habido varias crisis sanitarias en el pasado, con pollo contaminado con dioxinas (hace unos años en Europa), la enfermedad de las vacas locas, y el reciente brote de infecciones de Salmonela por pollo (de nuevo) que ha resultado en 2 muertes y 175 hospitalizaciones en los EEUU. En el último caso,  esa gente no estaba comiendo únicamente aves de corral, sino también aves del mercado o tiendas de comida rápida. Aún así, ninguno fue presentado como una enfermedad relacionada con el pollo en general y no hubo recomendaciones generalizadas de que nadie debería comer pollo (a pesar de comerlo de forma segura por décadas).

¿Las declaraciones “apasionadas” mencionadas por los medios de comunicación, científicos y autoridades se corregirán en algún momento, una vez que la causa exacta de este brote haya sido firmemente establecida?.

¿Los medios cubrirán la historia en ese momento con la misma “pasión” con la que lo están haciendo hoy?.

En conclusión, desde una perspectiva epidemiológica, la situación actual con los casos de fallos respiratorios agudos reportados en los EEUU, es extremadamente improbable (diría incluso, certeramente no) atribuible a los productos que han estado disponibles en el mercado mundial durante años y que han sido usados por millones de consumidores. La causa exacta de esas afecciones debería ser determinada urgentemente, y la histeria emocional e irracional contra los cigarrillos electrónicos (en general) debe terminar cuanto antes sea posible.

Esta semana el Ministerio de Salud Británico envio este mensaje de tranquilidad a sus ciudadanos (cualquier parecido con Argentina es mera casualidad)